Abierta convocatoria para intervenir artísticamente Baluarte de Santa Catalina

MinCultura y la Escuela Taller de Cartagena de Indias invitan a los artistas colombianos con ocho años de trayectoria a participar en este proyecto, cuya convocatoria estará abierta hasta el 25 de agosto y la cual tiene un estímulo de $30 millones.

Esta convocatoria  tiene como propósito poner en escena una intervención artística en el Baluarte de Santa Catalina, a través de la cual se realice una exhibición que refiera, narre y suscite las reflexiones análogas enmarcadas en el quehacer caribeño, su historia e idiosincrasia.

A la convocatoria podrán participar los artistas colombianos o residentes en el país, con una trayectoria de ocho años, que reúnan tres características principales: debe ser una propuesta para desarrollar en el Baluarte  (Propuesta In-Situ); tener una vinculación o reconocimiento histórico con el lugar y la región Caribe y generar un recorrido por la zona del Aljibe y la Casamata del Baluarte de Santa Catalina.

En las  propuestas se tendrá en cuenta el cuidado y la pertinencia histórica y patrimonial del espacio  para generar  una relación entre la ciudadanía y el turista con lugares mágicos absolutamente desconocidos en el que las Artes Visuales sean un mediador entre esta zona patrimonial y el público que convive o visita la muralla.

Los artistas que deseen participar podrán hacerlo hasta el próximo viernes 25 de agosto. Los resultados se publicaran el 15 de septiembre, mientras la exposición se inaugurará del 11 de noviembre de 2017 hasta el 11 de enero del próximo año.

La presente convocatoria parte de una voluntad compartida entre la Dirección de Artes, y la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura y la Escuela Taller Cartagena de Indias,   luego de que en 2012 se firmara el Contrato de Comodato No.2199 y en el cual se debía “establecer estrategias para involucrar a la comunidad en el cuidado y la apropiación de los Bienes de Interés Cultural objeto del contrato interadministrativo”, razón por la cual se prevé desarrollar una agenda cultural cuyos escenarios de realización serán diferentes espacios de las murallas del Centro Histórico de Cartagena.

Sobre las Fortificaciones de Cartagena
Las Fortificaciones de Cartagena de Indias son consideradas desde 1984 Patrimonio Mundial de la Humanidad. Por esta razón,  ha venido siendo conservada desde entonces por diversas instituciones para preservar su memoria histórica. Hoy en día, esta conservación está a cargo de la Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar), y es en ella que se vigilan las acciones que se deben tomar para garantizar su sostenibilidad, y a su vez que mantenga su equilibrio con respecto a los avatares propios de la naturaleza y en ocasiones por las “erosiones” causadas por quienes a diario las “habitan” o frecuentan.

Este proyecto está encaminado a atender en primer lugar un llamado de los intereses de patrimonio por fomentar el reconocimiento y la visita de estos espacios a veces lejanos para el público cambiante que visita a diario las Fortificaciones de Cartagena. Igualmente, busca incentivar la creación artística del país sugiriendo propuestas que se argumenten bajo parámetros históricos. Finalmente, aunque no menos importante, este proyecto se concentra en la relevancia que puede emerger de unas propuestas artísticas que dialogan anacrónicamente entre el público y el lugar donde se desarrollan.

Historia
En 1614, el gobernador de Cartagena Diego de Acuña, inicia construcción de los baluartes de Santa Catalina y San Lucas, con el fin de proteger a la ciudad por el noreste. El propósito de estos baluartes era impedir el acceso enemigo por la peligrosa avenida de Cruz Grande, donde hoy se encuentran los barrios del Cabrero, Marbella y Crespo, hasta la Boquilla.

El baluarte de Santa Catalina fue blanco de la agresión del barón de Pointis. Por lo cual fue reconstruido en 1719 por el ingeniero Herrera y Sotomayor, quien suprime las «plazas bajas», es decir las partes bajas de la explanada del baluarte, donde en los siglos XVI y XVII se acostumbrada ubicar los cañones. Así mismo se reparan los aljibes públicos y sus canales colectores y se le roba al mar una pequeña playa, para que proteja el baluarte de Santa Catalina de los temporales, la antecesora del terreno por donde hoy pasa la avenida Santander. Este Baluarte consta de un extenso túnel de escape, una nave y dos aljibes.