El ciudadano pendejo – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen (China)

Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta) (Xiamen – China).- A propósito de las declaraciones de Abelardo De La Espriella en varios escenarios de radio, de televisión y en su columna semanal de un periódico.

Una de las mejores obras de la historia del cine es “El Ciudadano Kane”, escrita, dirigida y protagonizada por Orson Welles en 1941 y trata la historia de un ciudadano llamado Charles Foster Kane el cual logra poder, fama y fortuna pero también lo pierde todo por su afán de manipular a la opinión pública, egocentrismo, ambición y afán de protagonismo.

La historia que sucede en esta galardonada película la estamos viviendo actualmente pero degradada a un guión de película burda de bajo presupuesto; el personaje que encarna al Ciudadano Kane degradado no es más que el Abogado Abelardo De La Espriella. Este señor cada delincuente que defiende es peor que el anterior y cada declaración pública que hace es de lejos más estúpida que la última. Escucharlo decir todas esas barbaridades que atentan contra el buen nombre de su profesión da vergüenza, y es que el nombre de su profesión es el Derecho, pero todo lo dice torcido y creo que lo hace solo con el afán de figurar, por egocentrismo, por manipular a la opinión publica, por ambición.

Escuchar lo que él habla a una persona que no esté informada, que no estudie la actualidad mundial no sería tan grave, pero escucharlo de una persona tan estudiada como él, y como su currículo dice, es realmente saltarse e ignorar todos los hechos ocurridos a través de la historia en años recientes y seguro él los conoce y los ha vivido.

Pedir una intervención extrajera en Venezuela y hablar de portaaviones y demás, es ignorar lo que pasó y está pasando en Somalia, en Irak, en Libia, en Siria, donde los muertos civiles se cuentan por millones por culpa de eso que él pide, una intervención extrajera, por mucho que se le quiera patear el trasero a Nicolás Maduro no debe llevarnos a perder la compostura y el buen juicio.

Un abogado debe tener unos límites morales y éticos pero es que este pendejo ha roto todos los records. Es de los especialistas en defender delincuentes, pero sí que se sobreentiende que un abogado está para eso, para defender, pero también hay criminales que por su evidente culpabilidad y su incontestable e infinita lista de evidencias que lo condenan, no deberían ser defendidos tratando de demostrar su inocencia dilatando los tiempos del proceso y torciéndole el cuello a la justicia con argucias y malas prácticas. La aceptación de culpabilidad, colaboración con la justicia y reparación de las víctimas debe ser el único camino a tomar por un abogado decente, pero Abelardo se ha vuelto experto en lo primero lo cual lo ha convertido en una especie de muñequito inmoral.

Nuevamente, por mucho que no nos guste un personaje no podemos, no debemos invitar a la gente a matarlo, esto es el regreso a la edad media, a los linchamientos públicos. Resumiendo entonces la lógica de Abelardo es, si Maduro les hace daño a los venezolanos entonces hay que matarlo, y si el magistrado Pretelt y Salvatore Mancuso les hicieron daño a familias, desplazaron y asesinaron campesinos pues hay que matarlos también, no defenderlos como hizo usted. Esto es en resumen caer en la cloacas más bajas y putrefactas de la especulación, esto es en últimas el desmonte del debido proceso al que todos tenemos derecho desde épocas de la revolución francesa.

Defender a David Murcia y su grupo D.M.G., a Salvatore Mancuso, al magistrado Pretelt no debería ser un problema desde la legalidad y el derecho, lo reprochable es la estrategia sucia utilizada por Abelardo para burlar y enredar lo que el debería defender, representar y encarnar: La justicia

Abelardo también dice en sus entrevistas que le duele el pueblo hermano de Venezuela, sus muertos, el hambre que están pasando; señor Abelardo, para cooperar y dar ideas de cómo ayudar solo tiene que darse una vuelta por su natal Montería, allí está una de las invasiones y tugurios más grandes de América, el barrio Cantaclaro. No tiene que irse a otro país, este barrio subnormal tiene una de las tasas de homicidio altísimas, una inseguridad de miedo, desnutrición de sus niños por falta de alimentos además una tasa de desempleo del 90%. Pero si de repente eso es poco para usted porque ya sabemos que le gustan los retos grandes entonces súmele el barrio La Nevada en Valledupar, El Bosque en Barranquilla, Villa Mady en Sincelejo. Hambre, muerte, inseguridad y desempleo es lo que hay en Colombia, anímese y ayúdenos a solucionar los problemas de aquí de Colombia primero que tiene más sentido que estar hablando cada pendejada que se le ocurre

Thinking

El tema de Venezuela es un tema que vende, que crea trending topic y es por eso que lo tienen como caballito de batalla para levantar pasiones y crear tendencia en redes sociales, estar mirando la viga en el ojo ajeno es lo que al final nos distrae de nuestros verdaderos problemas, sub valoramos a los venezolanos y su capacidad para resolver sus asuntos y seguimos concentrados en lo que no nos compete, deberíamos trabajar por tener los colombianos un verdadero estado de bienestar para poder reducir nuestras tasas de homicidios, nuestra delincuencia, desterrar el hambre que hay mucha y tratar de derrocar a nuestros tiranos locales que compran nuestras elecciones para robar nuestros recursos. Luego que hayamos resuelto todos esos asuntos aquí en Colombia entonces si miremos a Venezuela y tratar de ayudar en lo que ellos deseen, mientras eso no suceda señores no pasaremos de ser unos burros hablando de orejas.

Alvaro Royo

Xiamen-China

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