¿Elegimos elector? – Análisis de John Zamora

En 18 meses no es mucho lo que se puede hacer. Algunas acciones de seguridad, algo con recursos combinados con el gobierno nacional, y golpes de opinión muy puntuales. En realidad, el alcalde elegido el pasado domingo tiene todo el potencial para ser un alcalde elector.

El poder del alcalde de Cartagena servirá para incidir en la elección de un sucesor a cuatro años; incidir en el debate de Gobernación de Bolívar, pues Cartagena pone más de la mitad de los votos; podrá incidir en la elección de tres o cuatro concejales “pura casta”, dado que el actual Concejo sobrevive en su mínima expresión y se espera una altísima renovación de caras y nombres; y, para no perder el ritmo, incidirá también en un par de listas a diputado de la Asamblea Departamental.

Repito: el nuevo alcalde de Cartagena, proveniente de la clase política, tiene todo el potencial para hacerlo. No es que, como la canción del Rey, “su palabra es la ley” en materia electoral, sino que tendría un alto poder de incidencia. Por eso es que tras los nombres de Quinto Guerra y Andrés Betancourt se apostaron interesantes personajes que muy seguramente serán protagonistas en el 2019, sobre todo ahora que se sigue revolviendo el dominó.