Órbita Política de John Zamora – miércoles 9 de mayo

Imagen oficial

El servicio de comunicaciones de la Alcaldía de Cartagena emitió por primera vez una imagen del alcalde electo Antonio Quinto Guerra, que acompañó con su hoja de vida.

Después de la imagen de Primero la Gente de Manolo Duque y Ciudad de la Esperanza de Sergio Londoño, no se conoce aún cómo será la imagen oficial del nuevo gobierno. Lo que sí se presume es quién estará al frente de este importantísimo renglón de la Administración: el experimentado periodista Aníbal Teherán Tom, quien tuvo a cargo las comunicaciones de la campaña e hizo frente a todo el alud mediático por el episodio de la fallida inhabilidad.

 

Ratificable, de lejos

Cada torero con su cuadrilla, dice el viejo adagio popular. Quinto Guerra ya tiene medio armado el gabinete y habrá una renovación casi total, salvo por contadas excepciones. Se estima que por su gran labor, con resultados, con sentido social y con transparencia, uno de los “ratificables” es William García Tirado, quien convirtió a Corvivienda en una entidad actuante, que por fin volvió a construir viviendas y dejó a atrás su pasado dedicado a papeleos.

En la senda de la ratificación podrían estar otros dos funcionarios “troperos”: Yolanda Wong y Fernando Niño Mendoza.

 

Desastrosa imagen

Otro tema de imagen: el de las Fiestas de Independencia. El IPCC hizo dos cosas bien, pues abrió una convocatoria pública para asegurar amplia participación, y lo hizo con suficiente antelación. Pero hizo una cosa fatal, ya que definió a un jurado inepto, ingenuo e incompetente. El primer fallo premió una obra que resultó ser casi una fotocopia del afiche del carnaval de Pernambuco, Brasil. El autor renunció al premio ante el alud de críticas y en consecuencia se declaró ganador al segundo, pero, oh sorpresa, también resultó de “dudosa ortografía”, y debió declararse desierto el premio.

Cómo será de inservible el jurado, que tuvieron todo el tiempo para estudiar las obras en concurso, y nada advirtieron sobre los parecidos con otros afiches. En cambio, no pasaba un par de horas de conocerse cada frustrado afiche, para que la gente a través de las redes sociales contrastara con los diseños originales y pusiera en evidencia la falta de originalidad, bajo el peregrino concepto de “adaptación”.

Ahora, con el cambio de gobierno, hay que esperar que llegue un nuevo director al IPCC y ver qué instrucciones trae de Quinto Guerra: si abren otra convocatoria o si encomiendan el diseño directamente al alguien que sepa y, sobre todo, que sea genuino y original. ¡Las vainas de mi pueblo!