Una APP (aplicación) para el hambre – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen

Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- Mirando las cifras de pobreza de las comunidades más necesitadas de Cartagena que un reciente estudio hizo públicas, se ven datos escalofriantes de necesidades por suplir, niños muriendo de hambre pero al mismo tiempo gente en su casa tirando alimentos por toneladas a la caneca de la basura.

También ve uno entidades que hacen esfuerzos titánicos por lograr canalizar estos alimentos hacia estas comunidades, muchos voluntarios, muchas ganas pero son tantos los que necesitan que hablan de cientos de familias que se han beneficiado pero las cifras son de miles que quedan por fuera.

Y luego ve uno el éxito de plataformas digitales han solucionado problemas conectando al usuario directamente con el que puede prestar el servicio, casos como UBER que no es sino una APP que conecta a quien necesita transportarse bajo ciertos estándares con aquel que tiene el carro, una relación directa sin intermediario que agiliza el servicio y hace las cosas funcionar más fácilmente.

Airbnb es otro caso exitoso donde una APP hace que nadie duerma en la calle ya que la persona que necesita un cuarto o una casa queda directamente conectado con quien tiene este cuarto o estas viviendas disponibles, son bastante conocidos los casos de personas que antes de existir esta APP quedaban expuestos a dormir en la calle como se encontraran en una ciudad sin hoteles disponibles porque estos se encontraban full como consecuencia de una convención o una temporada alta.

La plataforma Alibaba conecta a las fábricas directamente con el posible comprador, ya no tienes que ir al país donde producen porque ingresando a esta plataforma puedes entrar en contacto directo con los fabricantes, eliminando varios intermediarios y haciendo de este intercambio comercial mucho más eficiente y menos costoso.

Ahora bien haciendo el ejercicio con las comunidades de Cartagena que más necesitan, no digamos solo de alimentos sino ropas, todo tipo de utensilios, materiales de construcción que ya no necesitan, herramientas en desuso, juguetes etc.

Son tantas las cosas que nos sobran que se pierden porque no se usaron o se vencieron porque no teníamos otra opción que dejarlas allí teniendo claro que no las íbamos a utilizar.

¿Qué pasaría si existiera una plataforma digital que nos diera acceso a alguien que necesite lo que ya no queremos, una APP que nos permita deshacernos de cosas que alguien les va a dar buen uso, porque lo necesita?

Que alguien que tiene a sus hijos con hambre pudiera abrirla y saber que yo tengo 4 latas de atún, media lata de leche en polvo de mi hijo que ya creció y no se la alcanzó a tomar, también unas bolsas de pañales y varias camisas que ya no me pongo y una bolsa de frijoles que ya no los cómo porque no me gustan y así deben haber infinidades de cosas que no necesitamos, pero lo atractivo del asunto es que lo puedo depositar en una urna que está cerca de mi casa cuando sé que  viene por ello, y esta persona viene con una código que le permite abrir el espacio donde está su encomienda.

Veo cajeros electrónicos en todas las ciudades y pueblos, veo estaciones de gasolina para vehículos y porqué no pueden haber urnas inteligentes en los barrios donde sus residentes puedan depositar lo que no necesitan o lo que quieren donar, estas urnas solo le abrirán a la persona que tenga una clave de acceso para sacar lo que ya con un click es suyo.

Los desarrolladores de APP estarían felices de tomar este reto para diseñar la mejor opción, la más ágil,  sencilla y eficiente, este es un proyecto perfectamente viable liderado por la Alcaldía y es muy seguro que la empresa privada quiera involucrase.

Óyeme Álvaro pero esta gente no tiene para comer y van tener para comprar un teléfono inteligente, pues no es necesario un teléfono, con una pantalla táctil en determinada zona de cada barrio los interesados necesitados podrán acercarse a mirar que hay disponible las 24 horas del día.

Estos tendrían acceso a los inventarios que ya van de salida en los supermercados, a los productos que ya no necesitan en los hogares más pudientes o de mejor condición económica, un canal directo entre estos dos mundos, el que va a desechar y el que está dispuesto a recibir, ninguna entidad de por medio, ni voluntarios, ni presupuestos extras para quienes dirigen estas instituciones que existen hoy en día, que están bien y su labor es bastante altruista, pero necesitan cortar intermediarios para agilizar las cosas y poder llegar a más personas en menos tiempo.

El ejercicio sería: diseño de la APP, socialización a nivel de hogares y mundo empresarial en medios de comunicación y personalizados, instalación de urnas recolectoras en barrios, instalación de pantallas táctiles en comunidades necesitadas, socialización y entrenamiento. Después de eso el gasto en operación y mantenimiento será muy poco ya que todo comenzará a operar directamente y sin los benditos intermediarios.

 

¡Un abrazo!

Alvaro Royo

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