Una elección diferente – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen

Algo está cambiando en Cartagena, cada día se van abriendo cajas que van dejando en evidencia sorpresas que van moldeando el presente y lo más importante, marcando un cambio irreversible a futuro.

Cuando escribo este artículo las elecciones en la ciudad en lo que tiene que ver con la carrera para la Alcaldía muestran a un primer candidato representante visible del establecimiento corrupto que nos ha gobernado por siempre y en segundo y tercer lugar un candidato que representa lo opuesto del primero y un voto en Blanco que representa el inconformismo que ha recogido el segundo pero que no se sienten representados por este. Se podría concluir que los votos del segundo y el tercero juntos no quieren al primero en el Palacio de la Aduana.

Ahora bien, el voto en blanco en si es un derecho, de eso no cabe la menor duda, pero tampoco nos queda ningún resquicio de duda que habiendo sido este   diseñado y aprobado por las mismas clases políticas que iban a verse afectadas con este le han puesto la Vara muy alta y es una tarea casi imposible que puedan darse las condiciones para que el voto en Blanco termine obligando a la repetición de unas elecciones.

Dicho esto el voto en blanco con todo el respeto que le tengo termina convirtiéndose en un engendro útil de las mafias politiqueras. Lo cuentan ellos como propio dentro de sus cuentas Malditas para estafar el erario. Se roba mucho voto útil que pueden servir para generar cambios necesarios para el intercambio democrático.

50 Más 1. Wahhhh! ¿Para que el voto en blanco pueda ser válido? ¡Eso es casi un Jódanse! Siendo tremendamente sinceros.

Especulando un poco con el deseo repetir una elección con un 33% del voto en Blanco y que el candidato más votado no pueda superar ese porcentaje podría ser algo que tendría sentido ya que un alcalde que no pueda sacar más de ese 33% no merece gobernar una ciudad. Pero eso no lo aprobarían los politiqueros nunca porque eso es cuchillo para sus gargantas.

Aun contra todo esto se puede percibir que esta será una votación diferente, que cada vez se le hace más difícil a los Lobos ponerse el disfraz de ovejas, y que ahora más que nunca se le pueden ver sus afilados colmillos y se le pueden ver también sus grandes y largas  orejas.

Pero falta todavía mas, y ese mas tiene que ver con los organismos de Control, estos se mueven como el más pesado de los Paquidermos con toneladas de peso, lento accionar que luego se paga con inestabilidad institucional y el gasto de miles de millones de pesos en nuevas elecciones con tanto que se necesita en una ciudad devastada por años y años de atracos al presupuesto como Cartagena.

En la ciudad como en la mayor parte de Colombia el voto comprado juega un papel definitivo en todas las elecciones desde hace muchos años pero quiero detenerme a analizar un poco lo que sucedió con la consulta anticorrupción por la cual votaron 12 millones de personas, 12 millones de votos no hacia una persona visible si no hacia un clamor popular hacia un deseo generalizado, que si no fuera por la polarización y la desinformación hubiera sacado 20 millones, pero los políticos se pusieron en la tarea de no dejarla que pasara el umbral con mentiras y hay que ver que lo lograron.

Ahora bien la disputa por la Alcaldía de Cartagena no está determinada entre un candidato y otro, quien la determina es lo que cada uno representa, y en el ring de las elecciones se pueden ver dos esquinas la esquina donde se encuentra William García Tirado y Yolanda Wong representantes de los politiqueros y en la otra esquina William Dau representante del hastío de las comunidades hacia la corrupción en la ciudad, están claras las cosas, y si se pregunta por la calle la gente puede no conocer a Dau pero va a votar por el por lo que representa, sin necesidad de pagarles por su voto, sin necesidad de transportarlos, cuenta con cientos de voluntarios que lo apoyan y le ayudan de corazón, sin percibir ni siquiera un salario.

Una campaña para la Alcaldía de Cartagena donde normalmente los contratistas y las mafias financian con miles de millones que se reparten dentro de los barrios más necesitados al final produce un efecto falso de democracia donde no juega si no el dinero, saltándose así el objetivo primario de las elecciones el cual es elegir a los más capaces y no votar al más incapaz por un motivo netamente económico.

Y luego una campaña como la del candidato anticorrupción William Dau que se ha financiado con 80 limitados millones de pesos es un acto  heroico que si llega a ganar marcara un antes y un después en la historia de las elecciones de la ciudad.

Sin recursos toda la apuesta se hace para capitalizar el voto de opinión, y ese, teniendo en cuenta las 800 mil cedulas habilitadas para votar en Cartagena hacen que este sea inalcanzable para los que compran votos, y  como se logre canalizar todo ese descontento y rabia hacia las urnas la victoria podría ser aplastante.

No queda otra si no esperar que este domingo 27 se pueda ver un cambio de mentalidad en la ciudad, si no en proporciones suficientes como para derrotar a las viejas mañas, si para dejar claro que el cambio es irreversible e imparable.

 

Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé,

¡Un abrazo!

Alvaro Royo

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