Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- Mirando los recientes ataques en la agonía de la bestia con su afán y locura de causar los mayores destrozos posibles en la ciudad de Cartagena en sus últimos días de existencia, estuve analizando, revisando y observando los últimos movimientos (turbios) del departamento de Planeación en el Distrito.
Me fui al diccionario y busqué sinónimos de planeación y miren lo que me encontré: proyectar, planificar, programar, preparar, organizar, diseñar, estructurar, trazar, calcular, fraguar, idear, pensar, concebir.
Y porque venimos haciéndole seguimiento al proyecto del PEMP (Plan Especial de Manejo y Protección) hace casi dos años podemos asegurar que lo que se está haciendo en Planeación en el Distrito es exactamente lo contrario, el antónimo de planeación que es improvisar.
Se puede percibir en todos los medios de comunicación de la ciudad y el país ya que hasta el procurador Fernando Carrillo se pronunció sobre el tema, que ha saltado todas las alarmas y que no se puede mirar para otro lado, a pesar de ser un tema con bastante tecnicismo nos compete a todos.
¿Por qué? Porque han radicado un documento que se han sacado de la manga en pocas semanas, obedeciendo a no identificados intereses para tratar de aprobar un esperpento que tiene entre sus no menos llamativas propuestas y es PERMITIR EDIFICACIONES DE MAS DE 25 PISOS EN EL BARRIO TORICES, lavándole la cara de paso al edificio Aquarela, arrasar el legado arquitectónico del siglo pasado de ese barrio y nada más y nada menos que desoyendo todas las recomendaciones de la UNESCO con respecto al respeto de distancias y ejes visuales de monumentos históricos de la ciudad de Cartagena.
Para eso somos Patrimonio Histórico de la Humanidad, para preservarlos y conservarlos, porque tenemos algo valioso que cuidar, nos dan ese título y nos dicen, tenga, cuide eso, no lo acabe ni visual ni físicamente, y en eso andan estos señores tratando de enredar las cosas y de enredarse penalmente ellos a futuro.
Son tantos los componentes del PEMP que resulta casi imposible que pueda salir algo que mostrar mínimamente decente en solo una o unas semanas, en cambio el documento elaborado por el contratista Julio Cesar Gómez Sandoval tuvo un extenso, serio y estudiado recorrido de casi dos años que con los conocimientos de ciudad y de patrimonio del ejecutor y su equipo de trabajo se pueden esperar de el muchísimas cosas interesantes, algo de eso percibimos en las socializaciones que se le hicieron hace algunos meses.
Cosa diferente es la colcha de retazos con varios micos y orangutanes colgados con propósitos egoístas y siniestros que solo le pueden traer muchísimos problemas a la ciudad de Cartagena entre esos el retiro del título que ya hemos mencionado por parte de la UNESCO. Nada más ni nada menos.
Es costumbre desde hace décadas en la ciudad, contratar cosas, pagarlas, o no pagarlas (porque no les reportan ingresos por extorsiones) y dejarlas tiradas y contratarlas nuevamente, y así de miles, en miles de millones, tienen al Distrito embargado y con todo tipo de problemas esta mala clase de funcionarios de bolsillo, ni se les ha pasado por la cabeza construir sobre lo construido para ahorrar dinero y dolores de cabeza, desgastes que al final solo le reportan migajas, inmoralidad y olvido, o cárcel.
Lo que sí está claro es que son temerarios, mueren empuñando la espada de la mentira y nunca tienen un gesto altruista con su entorno, eso no lo conocen.
Quedan pocos días para que se acabe el año y la administración, y aun no perdemos la capacidad de asombro, cada segundo se cocinan cosas nuevas y espantosas donde la más reciente siempre supera la anterior, creíamos que ya lo habíamos visto todo con la firma del acuerdo de los 6 peajes por 30 años en una ciudad pobre y destrozada como Cartagena y ¡tenga! Ahí les queremos meter otro sapo para ver si les gusta.
Qué barbaridad, voy a comprarme un par de Coca-Colas y unas papas fritas porque las sorpresas que nos depara el final de esta película es de suspenso, terror y vértigo, no se nos quitará la ansiedad hasta las 11:59 de la noche del 31 de Diciembre, sonarán voladores, pólvora y fuegos artificiales anunciando la llegada del 2020, pero también para anunciarnos que cesó la horrible noche.
¡Y hasta nunca señores de lo ajeno, y esperamos que no regresen jamás!
Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé,
¡Un abrazo!
Alvaro Royo
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