La misma Procuraduría que un día pidió salvar la curul del concejal Zaith Adechine, es la misma que, por los mismos hechos, ahora le sanciona con 10 años de suspensión.
El zigzagueo jurídico de la entidad genera incredulidad y desconfianza, pues tiene dos interpretaciones para un mismo caso.
(Ver_ https://www.revistazetta.com/?p=15500)
En un proceso de nulidad electoral ante el Tribunal Administrativo de Bolívar, el Ministerio Público había solicitado preservar la curul del concejal, y ahora, de forma contradictoria, en un proceso disciplinario, decide imponer una sanción de 10 años de suspensión.
Por tratarse de una decisión de primera instancia que es apelada, no queda en firme y por lo tanto queda en suspenso hasta que se pronuncie el superior jerárquico.
La sanción emanó de la Procuraduría Regional del Bolívar, que la calificó de falta grave a título de dolo, y los hechos que motivaron el proceso, tanto disciplinario como de nulidad electoral, son los mismos:
Adechine estaría incurso en inhabilidad por ser hermano de Mazori Adechine, directora administrativa de Iderbol al momento de ser elegido.
Según se argumentó, ella ejerció autoridad administrativa y por ello habría causado la pretendida inhabilidad.
Este argumento no prosperó en el proceso ante el Tribunal Administrativo, pero es el mismo que sirve para la sanción disciplinaria.
Según la defensa de Adechine, se demostró que su hermana jamás ejerció dicha autoridad administrativa, pues en un contrato que se exhibió como prueba, actuó para adjudicar pero no para celebrar. Se trataba del contrato de vigilancia para escenarios deportivos en Bolívar, donde apenas dos vigilantes estarían en Cartagena.
Si el superior jerárquico confirma la decisión de la Regional Bolívar, entonces Adechine tendría que dejar la curul y en su lugar entraría Rodrigo Reyes Pereira, quien es el siguiente en votos en la lista del partido Conservador para el Concejo de Cartagena.
