Así fue la fallida moción de censura en el Concejo a Dolly González en 2014

El 10 de febrero de 2014 se cumplió uno de los más sonados debates en el concejo de Cartagena, cuando todo estaba listo para que la entonces Secretaria de Planeación, Dolly González, fuese la primera funcionaria en recibir una Moción de Censura. Sus procederes al frente de la entidad causaron gran controversia, pero una maniobra de última hora del gobierno del entonces alcalde Dionisio Vélez, hizo que algunos concejales se «voltearan», como Rafael Meza y David Dáger. Hubo mayoría pero no la suficiente para la censura. El presidente del Concejo era Vicente Blel Scaff y el líder de la proposición contra González era Antonio Quinto Guerra.

Esta fue la crónica de John Zamora en la edición impresa Nº140 de Revista Zetta, titulada «Ni ganadores ni perdedores sino todo lo contrario».

Edición Impresa Nº 140 (Febrero 2014)

Ni ganadores ni perdedores sino todo lo contrario

El fallido proceso de moción de censura a la Secretaria de Planeación demostró, nuevamente, que en la política doméstica todo está firme sobre arenas movedizas.

Por JOHN ZAMORA

“Estamos firmes” me dijo un concejal el martes pasado.

Le respondí: “Firmes, pero hasta el viernes”.

El sábado aparecieron 11 “firmes” y zozobró la moción de censura contra la Secretaria de Planeación, una gran alharaca por las inasistencias injustificadas de la funcionaria a las citaciones, con un transfondo de pulso político en medio del debate electoral para Congreso y el cierre de la ley de garantías.

La masiva y tempranera llegada de todo el gabinete distrital era un mensaje de unidad de cuerpo para la procesada funcionaria, quien en todo momento se mostró tranquila, en buena parte porque desde el Despacho del Alcalde se le anticipó que la votación sería insuficiente para estrenar con ella la citada figura.

En las primeras de cambio se intuyó que la fuerza de las proposiciones no sería la misma de las votaciones, es decir, que quienes apoyaron el proceso, no serían los mismos que al final lo avalarían con sus votos.

Al final, las cuentas que registró la Secretaria en sus anotaciones le dieron la tranquilidad anunciada. A los esperados votos de Andrés Betancourt, Germán Zapata y Pastor Jaramillo, se sumaron los del siempre gobiernista partido de la U con Duvinia Torres y Wlliam Pérez. Los que sorprendieron al unirse a esta causa fueron los “exfirmes” Rafael Meza, David Dáger y Hernando Trucco.

Meza intervino, explicó su voto y dejó saber la razón: aunque siempre ha sido aliado de Quinto Guerra, uno de los promotores de la censura, se apartó porque se siente irrespetado por el nuevo presidente del Concejo, Vicente Blel. “¡Para que respete!”

Dáger no intervino, pese a ser uno de los más conspicuos citantes y promotores de la moción. Trucco tampoco habló. Aunque en público nada dijeron, en privado señalaron razones “sentimentales”.

Tras volver la respiración al alma de la Secretaria, esto anotó en un papelito: “Solo quiero manifestar que aquí no ha ganado la Secretaria de Planeación, aquí ha ganado la ciudad de Cartagena. El reto es seguir trabajado por la construcción de un tejido social más justo y equitativo, donde todos los actores nos involucremos en el diseño de nuestro propio desarrollo”.

Pero la más conmovedora de sus anotaciones fue esta romántica cita: “Amar no es mirarse el uno al otro. Es mirar juntos en la misma dirección”.

Eso fue lo único que se pudo saber de su pensar, porque nuevamente cayó en la grosería de ignorar a la prensa, y de insinuar que la causa de todo este rollo fueron las declaraciones “sacadas de contexto” (¿¡!?) en las que señaló a los concejales de citarla en retaliación por negarles favores burocráticos.

No fue una, ni dos, sino por lo menos tres veces las que la funcionaria se disculpó y se retractó ante el Concejo por no asistir a los debates, y la última de las cartas fue la que convenció a Rafael Meza de concederle el indulto, según dijo el concejal en su intervención aclaratoria de voto.

¿Qué viene ahora?

Las sesiones extras fueron prorrogadas hasta el 25 de febrero, y en marzo comenzarán las ordinarias. En el curso  se podrá saber si los 11 firmes siguen firmes, o si se resquebraja ese frente y se abre otro a partir de los 8 exfirmes. También puede suceder que simplemente se pase la página, y se retome el la dinámica política previa al debate de censura. Pero es difícil porque siempre queda una raquiñita.

Los 11 firmes no pudieron ocultar su enojo por la derrota, pero dejaron saber que la victoria del gobierno fue “pírrica” y que la mayoría condenó a la funcionaria, así hayan faltado dos votos para concretar la censura.

Por lo tanto se adivina un sinuoso camino para los proyectos de acuerdo que ha presentado el ejecutivo. No será de extrañar si se hunden.

Por los lados del Ejecutivo, el sabor de victoria es indudable. Rostros sonrientes, abrazos, y felicitaciones. Pero no se puede perder de vista que la victoria fue producto de fricciones internas de Concejo, sumadas a oportunas coyunturas, que por gestión directa del Gobierno, pues dentro del Concejo poco peso se le percibe a Carlos Coronado, Secretario General, a quien se la tiene como inoperante y vacilante, y no se reconoce otro interlocutor que no sea el propio Alcalde Dionisio Vélez.

Después de este episodio, el gobierno tomará un respiro, pero por prudencia, pues deberá anunciar varios cambios o ajustes que deja este proceso, como el reemplazo de la gerente de Corvivienda, la directora del IPCC y el mismo Secretario General.

Los opositores declarados de la Administración, como David Múnera y César Pión, seguirán en esa línea. Por eso, Múnera no dejó ir a la Secretaria sin señalarle que debía renunciar, y Pión aclaró que la moción de censura era por su inasistencia y no por sus pifias ante los medios de comunicación.